CNT-Jerez, Abril de 2005
La “buena” noticia ha salido hoy en la prensa local: La junta de gobierno del Ayuntamiento de Jerez aprobó ayer la instalación de la empresa Qualytel Teleservices, dedicada al telemarketing, en una parte de las instalaciones de la antigua Facultad de Derecho.
Este espacio, que según la normativa urbanística forzosamente debe tener uso educativo, se va a ceder a una empresa privada haciendo una “pirueta legal”, justificada por el concejal Antonio Sánchez, que se acoge a la posibilidad de que una parte del antiguo edificio (2.500 de 13.000 metros cuadrados) puede dedicarse a uso complementario, siempre que sea de interés social, como es el caso de esta empresa que tiene previsto crear 1.000 puestos de trabajo.
Cuando Qualytel todavía no ha decidido siquiera si se va a implantar en Jerez, y cuando aún no se había aprobado esta cesión de espacio, la compañía ya ha comenzado las obras. Esto ha valido el inicio de un expediente de Urbanismo por comenzar las obras sin licencia, expediente que creemos que caerá en el olvido, pues el mismo Sr. Pacheco que lo ha iniciado, ha apoyado después la implantación de Qualytel.
La sed de inversiones exteriores ciega a los políticos locales, que no quieren ver que muchas de las empresas que tanto prometen, no tienen más que una insaciable codicia basada en la explotación laboral. El PP está haciendo ruido poniendo “peros” a la celeridad y la falta de información en las gestiones, mas no cuestiona la implantación de esta compañía en la ciudad. Igualmente, CC.OO. y UGT guardan silencio ante la operación.
¿Interés social o interés privado?.
El gobierno municipal, por tanto, justifica esta operación servil con el Capital en base al “interés social” por los puestos de trabajo que se van a generar. En un momento en que hay más de 11.000 parados/as en Jerez y la multinacional Puleva quiere cerrar su centro de producción de leche, suena bien decir que se van a crear 1.000 nuevos empleos. Pero, ¿qué tipo de empleo se generará?.
El sector de Telemarketing es conocido precisamente por su alto índice de precariedad. El 70% del trabajo en este sector es a tiempo parcial, y lo habitual es que los contratos duren apenas unas semanas o incluso días. Este dato puede comprobarse observando la contratación que llevan a cabo las empresas de teleoperadores que están en el Parque Tecnológico de La Cartuja, en Sevilla.
El Convenio nacional de Telemarketing es uno de los más nefastos para la clase trabajadora. En su artículo 17, permite que la empresa pueda despedir a los trabajadores que quiera cuando el número de llamadas disminuya. La intención es que los/las trabajadores/as produzcan siempre al límite de sus posibilidades, y supone, en la práctica, el despido libre. Otra práctica habitual es la subcontratación de servicios, lo que permite que la nueva subcontrata sólo esté obligada a contratar al 80% de los empleados. También se suele utilizar con mucha asiduidad a personal procedente de E.T.T.s. Prácticas abusivas como éstas han generado importantes huelgas a finales del 2004, en demanda de un nuevo Convenio en condiciones más justas. Las protestas laborales han tenido especial incidencia en Sevilla, Málaga y Cáceres.
En el caso de Qualytel, en octubre de 2004, trabajadores de la oficina sevillana de la C/ Amor de Dios denunciaron que la empresa no les tenía dados de alta en la seguridad social, tras pedir una vida laboral y comprobar que estaban trabajando sin que la empresa hubiera cotizado en distintos periodos. Meses antes, la sociedad Teletech en Sevilla había subrogado a Qualytel a unos 300 trabajadores/as, que, desde entonces, o han perdido su puesto de trabajo, o están en unas condiciones aún más precarias de las que tenían.
En nuestro contexto local, en el que abunda precisamente el empleo temporal y precario, y en el que se destruyó el empleo estable y de calidad del sector del vino (con la pasividad del Ayuntamiento), no es ninguna panacea ni es de interés social (sino más bien de interés privado) crear 1.000 empleos en condiciones de esclavitud.
El Ayuntamiento, que como institución pública dice que debe velar por el interés común, no está poniendo siquiera condiciones a Qualytel para que respete unas mínimas condiciones de calidad en el empleo.
Empresas de Telemarketing: piratas al abordaje.
En el capitalismo global y financiero que nos toca padecer en estos tiempos, el Telemarketing juega un papel fundamental para su expansión: productos personalizados, con alta movilidad, que benefician a los sectores avanzados del Capital: bancos, telecomunicaciones, software y energía. Detrás del accionariado de empresas de Telemarketing como Atento, Gestel, Qualytel, Teletech (antes Iberphone), etc., están bancos como el BBVA y el BSCH, y el grupo Telefónica.
Qualytel habla en su página web de que se dedica a la “gestión integral de clientes”, o sea, como si la clientela fuera un tesoro, un botín que van a “gestionar” estos modernos piratas.
Este sector facturó en el 2003 la cantidad de 803 millones de euros, un 8% más que el año anterior, y su posición en la bolsa es muy buena. Los sectores que más demandan los servicios del Telemarketing (tanto para la venta como para la atención al cliente). son las telecomunicaciones, la banca, los seguros y las administraciones públicas.
Estos beneficios no sólo se obtienen de su funcionalidad, sino también de las condiciones laborales precarias que ya hemos explicado. Los planes de estos piratas insaciables de la nueva economía se organizan sobre los contratos basuras y gracias al apoyo institucional, como el que está ofreciendo el Ayuntamiento de Jerez en estos momentos.
Fuentes: Diario de Jerez y Jerez Información (12-3-2005), CNT (enero 2005), Indymedia Estrecho (www.estrecho.indymedia.org), web de Qualytel (www.qualytel.com)
viernes, 15 de abril de 2005
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